La gran mayoría de edificaciones en las que habitamos y desarrollamos nuestras actividades cotidianas no cumplen las exigencias mínimas en materia de Ahorro Energético exigidas por el Código Técnico de la Edificación. Nuestra gran dependencia de fuentes energéticas externas, el imparable incremento de su precio y la necesidad de vivir de una forma confortable pero sostenible a la vez, son razones indiscutibles para provocar un cambio en la mentalidad de todos y en definitiva para marcar un nuevo inicio.
Para ello el primer paso es hacer un estudio termográfico de la edificación. Esto nos permitirá tener un “mapa” de sus puntos débiles, tales como aislamiento insuficiente, puentes térmicos, condensaciones…
Para estos análisis es imprescindible el uso de cámaras termográficas con gran sensibilidad que aporten imágenes de cómo se comporta la edificación energéticamente. Estas cámaras convierten la energía emitida en la banda infrarroja en una señal eléctrica, que a su vez se convierte en una imagen en color, o en blanco y negro.
La imagen termográfica es un mapa de temperaturas y con ella podemos hacer una auditoría energética en las edificaciones.
Con el estudio termográfico el diagnóstico será más sencillo y preciso, y se podrán abordar soluciones constructivas óptimas para aumentar el nivel de aislamiento y confort y así disminuir la demanda energética y las emisiones de CO2. Además tendremos la Certificación Energética de Edificios.